Elemento21 estará presente en el seminario La ciencia aquí y ahora, organizado por la Asociación de Mujeres Universitarias de Marbella, con el fin de obtener fondos para subvencionar estudios superiores de mujeres en situación vulnerable.

El ciclo de conferencias parte de la experiencia y el trabajo como periodista científica de nuestra vicepresidenta, Laura G. De Rivera, basadas en reportajes y en entrevistas a los propios investigadores protagonistas de los avances y descubrimientos, y a los principales expertos en cada tema. Abarcan distintas ramas de la ciencia –salud, medioambiente, psicología, tecnología–, con un denominador común: contar eso de lo que los grandes medios no hablan, mostrar la cara oculta de temas que nos afectan a todos y que son parte de nuestra vida cotidiana, de los que solo conocemos la punta del iceberg.

Las charlas serán todos los miércoles no festivos desde abril a junio de 2023. 

Asociación de Mujeres Universitarias de Marbella

Estas charlas parten de mi experiencia y mi trabajo como periodista científica y están todas basadas en reportajes y entrevistas que he hecho a los propios investigadores y a los principales expertos en cada tema. Abarcan distintas ramas de la ciencia: salud, medioambiente, psicología, tecnología

-La zona muerta.
La madrugada del 12 de octubre de 2019 sorprendió a los pescadores de San Pedro del Pinatar, en Murcia, con más de tres toneladas de peces muertos en las playas de la orilla norte del mar Menor. No hacía falta ser científico para adivinar que algo andaba mal, pero que muy mal en aquellas aguas. Aunque tampoco se trataba de un hecho aislado, al contrario, es algo que está pasando en todas partes del mundo. En enero del año pasado, cientos de miles de cadáveres de peces autóctonos inundaban las costas australianas. En mayo, en solo una semana, el mar llevó a las playas de Noruega 40.000 toneladas de salmones muertos. Cientos de toneladas más fueron contabilizadas también en Escocia, en el mismo mes. Y se ha convertido en un espectáculo habitual en el Golfo de México. Los expertos no necesitan hacerle la autopsia a los alevines fallecidos para saber qué les pasó. Simplemente, se ahogaron. Por falta de oxígeno. Todo comienza con los vertidos que emanan de las ciudades, las fábricas y las grandes explotaciones agrícolas. Cuando llegan a los océanos, las aguas próximas a la costa reciben un aluvión de nutrientes, un fenómeno que reduce los niveles de oxígeno y propicia que la flora y la fauna marinas perezcan asfixiadas. Hoy, el número de estos desiertos oceánicos, donde la vida escasea, no deja de crecer.

-¿Dejarías tu vida en manos de un algoritmo?
Una nueva forma de inteligencia no humana que supera con mucho nuestras capacidades de cómputo y de memorización ha penetrado de forma silenciosa pero implacable en todos los aspectos de la civilización: medicina, educación, finanzas, compras domésticas, administración pública, publicidad, política, justicia, ciencia, vigilancia policial, industria militar. Tan hondo nos ha calado que actúa, incluso, como mediadora de nuestras relaciones sociales y modeladora de valores morales.¿Pero hasta dónde debemos dejar que domine nuestras vidas? ¿Es posible domesticarla para que respete los principios básicos de libre albedrío, justicia, igualdad y otros derechos civiles de las personas?

-La vida secreta del bosque
¿Se podría decir que hay similitudes entre la vida vegetal y la vida afectiva de las personas? «Existe la amistad entre los árboles. No pasa a menudo, porque ellos no pueden elegir al lado de quién crecen. Quizá le ocurra a uno de cada cincuenta ejemplares. Mira estos dos, sus raíces están entrelazadas firmemente, sus ramas no se superponen, para no quitarse la luz»», afirma el investigador Peter Wohlleben en el documental Intelligent Trees mientras muestra a la cámara dos preciosos cedros. Para la ingeniera forestal canadiense Suzanne Simard, pionera mundial en este campo, esto es lo que «en ecología llamamos interacciones, aunque es un término bastante clínico. Las plantas colaboran, se ayudan, mantienen relaciones mutualistas. Es una cuestión de lenguaje. En términos humanos, llamaríamos amistad a ese fenómeno». Simard nos ha enseñado que, a su manera, el bosque tiene un enorme cerebro que funciona bajo tierra: las raíces de los árboles y los micelios de los hongos subterráneos hacen las veces de neuronas y axones que las conectan.

-Optimismo para cambiar el mundo.
En la última década, cada vez más estudios dejan clara la relación entre la actitud ante la vida y la longevidad. Según un estudio reciente, por ejemplo, los que se consideraban muy opimistas tenían un 11 % más probabilidades de vivir más allá de los 85 años, con independencia de su estado socioeconómico, enfermedades y estilo de vida. Esta charla propone repasar la información científica y estudios que tenemos hasta ahora sobre cómo una visión más bondadosa y positiva reduce la incidencia y mejora el pronóstico de enfermedades crónicas y mortales.

-¿Cuánto contamina internet?
Nos imaginamos que nuestros documentos, fotos y cuentas de usuario están en la nube, en un lugar enorme y etéreo, blanco y limpio. Sin embargo, internet es algo muy físico, integrado por miles de kilómetros de cables de cobre y fibra óptica que llevan la información de un lugar a otro, bajo el asfalto en las ciudades y bajo el océano cruzando de un continente a otro. Y es que, en realidad, lo único que está por las nubes es el impacto medioambiental de la transmisión de datos por internet: el tráfico del ciberespacio ya ha superado a la industria de la aviación mundial en su huella de carbono.

-Los peces también toman diazepam.
Medicinas, cafeína, drogas, maquillajes, detergentes, microplásticos. ¿Cómo reaccionan los ecosistemas acuáticos a las toneladas de sustancias químicas artificiales que excretamos y llegan intactas a ríos, mares… incluso a nuestros propios acuíferos? En esta charla repasaremos los últimos descubrimientos y estudios científicos sobre contaminantes emergentes, esas sustancias que usamos un nuestra rutina diaria que son tóxicas para los humano y para el medioambiente, pero todavía no están reguladas ni prohibidas.

-Cuando la mente y el cuerpo trabajan codo con codo.
La psiconeuroinmunología describe la salud como un estado de equilibro dinámico en los ámbitos psicológico, neurológico, inmunológico, endocrino y metabólico. Este enfoque basado en la armonía energética permite abordar la enfermedad desde un nuevo –y esperanzador– punto de vista. Entrevistamos a el bioquímico holandés Leo Pruimboom, fundador de la psiconeuroimnulogía clínica –es decir, “la aplicada al ser humano en la vida cotidiana”–, que introdujo en Europa en la década de 1990, cuando fundó la Academia Europea de PNI.

-Qué fea soy.
El ser humano siempre se ha comparado con sus semejantes. El problema llega cuando el patrón con el que nos medimos es una perfección estética demasiado rígida y estandarizada como la que triunfa en las redes sociales. Ya no nos comparamos con nuestros amigos o vecinos, sino con influencers o famosas que no conocemos en persona y que solo muestran su mejor cara. ¿Qué efectos produce el imperio de la imagen en nuestra salud física y mental?

-Vigilancia masiva
Con la excusa de la seguridad pública y la lucha antiterrorista, cada vez son más sofisticadas y poderosas las tecnologías de control y espionaje que gobiernos de todo el mundo emplean con los ciudadanos. Apenas podemos mover un dedo sin que quede constancia de ello, sobre todo, en el mundo digital. ¿Deberíamos resignarnos a renunciar a nuestro derecho a la privacidad?

-¿Qué pasa en la cabeza de una mujer maltratada?
¿Por qué ella lo aguanta? ¿Es tonta? ¿Es masoquista? ¿No será que su pareja tiene razón en meterse con ella? Son estas líneas de pensamiento, precisamente, las que impiden atajar el problema. Ver a la mujer maltratada como cómplice o, incluso, responsable de la relación patológica «la paraliza y le impide defenderse; supone negar la repercusión psicológica del acoso», denuncia Hirigoyen. Así, un factor clave en que se mantenga esa relación tóxica es la indefensión aprendida. Estudios recientes demuestran que en este tipo de relaciones se van creando circuitos cerebrales que doblegan la plasticidad cerebral en este sentido.  Esta charla pasa revista a investigaciones recientes sobre la psiconeurología del maltrato. Conocer cómo funciona es el primer paso para romper el enganche tóxico.

-La pobreza, ¿una enfermedad?
«La pobreza es más que un estatus socioeconómico. Es una colección de síntomas correlacionados, que son prevenibles, tratables, incluso, hereditarios” (Christian H. Cooper). Desde una infancia llena de afecto a una situación de abuso o violencia sostenida… Cualquier circunstancia puede alterar el epigenoma y hacer que determinadas instrucciones genéticas se activen o desactiven. Hoy sabemos que crecer en un entorno desfavorecido «confiere mayor riesgo de sufrir enfermedades y menor probabilidad de superarlas. Por ejemplo, se ha observado que el estrés continuado provoca cambios en la expresión genética de los receptores de corticoides y esto tiene un impacto probado en el sistema inmune», nos confirma el médico genetista Manel Esteller, director del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, en Barcelona. Esta charla analiza el significado del epigenoma y cómo pueden afectar las condiciones socioeconómicas a nuestros genes.

-Consecuencias de la adicción al móvil.
¿Te sentirías molesto si no pudieras buscar información o revisar los mensajes en tu móvil siempre que quieres? ¿Te asusta quedarte sin batería? ¿Se queja tu familia de que dedicas demasiado tiempo a la pantalla de tu teléfono? ¿No lo sueltas ni para ir al baño? Si has respondido que sí a todo, probablemente, pertenezcas a ese creciente porcentaje de población que está enganchado a su smartphone. Nada menos que uno de cada cuatro encuestados por OCU antes de la pandemia tenía síntomas claros de dependencia. Según sus datos, en España, el índice medio de adicción era de 31,4, en una escala de 20 a 100. Con la llegada del confinamiento y la posterior superdigitalización de todos los ámbitos de nuestra vida (que parece que ha llegado para quedarse), la cosa no ha hecho más que empeorar.

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